REPSI - Revista Ecuatoriana de Psicología

https://repsi.org

Volumen 5, Número 13, septiembre-diciembre 2022

ISSN: 2661-670X

ISSN-L: 2661-670X

pp. 198 – 213

 

El cuestionario sobre mitos de violación: propiedades psicométricas, psicopatía y autoestima

 

The rape myth questionnaire: Psychometric properties, psychopathy, and self-esteem

 

O questionário dos mitos sobre estupro: Propriedades psicométricas, psicopatia e auto-estima

 

 

Pablo C. González-Caino

pablo.cg.caino@hotmail.com

https://orcid.org/0000-0003-2387-5777

 

Santiago Resett

santiago_resett@hotmail.com

https://orcid.org/0000-0001-7337-0617

 

Juan Ignacio Lopez

juanii.lopez@gmail.com

https://orcid.org/0000-0002-5307-755X

 

Fiorella Bossi

fiorellabossi@uade.edu.ar

https://orcid.org/0000-0002-4938-5525

 

Universidad Argentina de la Empresa – CONICET. Buenos Aires, Argentina

 

Recibido el 21 de noviembre 2022 / Aceptado el 2 de diciembre 2022 / Publicado el 19 de diciembre 2022

 

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https://doi.org/10.33996/repsi.v5i13.82

 

RESUMEN

Los mitos de violación son un conjunto de actitudes que facilitan la justificación de la violencia sexual. En una muestra compuesta por 511 adultos de Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina, con un 83% de mujeres y el resto varones (edad media = 27.8; SD = 9.7), se exploraron las propiedades psicométricas de un cuestionario sobre los mitos de la violación sexual para determinar si el género, la edad, la autoestima y la psicopatía predicen los mitos de violación. Los resultados de un análisis factorial exploratorio indicaban cuatro factores: la víctima lo provocó, no tener la intención, negar la violación y la víctima miente. Un análisis factorial confirmatorio replicaba dicha estructura. Las alfas de Cronbach iban de .74 a .83 para las dimensiones. El género (ser varón), la edad, la psicopatía y la autoestima eran predictores significativos de los mitos de violación. OBJETIVO

 

Palabras clave: Cuestionario; Mitos de violación; Propiedades psicométricas; Psicopatía; Autoestima

 

ABSTRACT

Rape myths are attitudes that facilitate the justification of sexual violence. In a sample of 511 adults from the Autonomous City of Buenos Aires, Argentina, with 83% women and the rest men (mean age = 27.8; SD = 9.7), we explored the psychometric properties of a questionnaire on rape myths to determine if gender, age, self-esteem, and psychopathy predict rape myths. The results of an exploratory factor analysis indicated four factors (the victim provoked it, not having the intention, denying the violation, and the victim lying). A confirmatory factor analysis replicated this structure. Cronbach's alphas ranged from .74 to .83 for dimensions. Gender (male), age, psychopathy, and self-esteem were significant predictors of rape myths.

 

Key words: Questionnaire; Rape myths; Psychometric properties; Psychopathy; Self-esteem

 

RESUMO

Os mitos do estupro são um conjunto de atitudes que facilitam a justificativa da violência sexual. Em uma amostra de 511 adultos da Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina, com 83% de mulheres e o restante de homens (média de idade = 27,8; DP = 9,7), exploramos as propriedades psicométricas de um questionário sobre mitos de estupro para determinar se o gênero, idade, autoestima e psicopatia predizem mitos de estupro.Os resultados de uma análise fatorial exploratória indicaram quatro fatores (a vítima provocou, não teve intenção, negou a violação e a vítima mentiu). Uma análise fatorial confirmatória replicou essa estrutura. Os alfas de Cronbach variaram de 0,74 a 0,83 para as dimensões. Sexo (masculino), idade, psicopatia e autoestima foram preditores significativos de mitos de estupro.

 

Palavras-chave: Questionário; Mitos de estupro; Propriedades psicométricas; Psicopatia; Auto-estima

 

INTRODUCCIÓN

 

¡Ahora está perdida mi razón de vivir,

por lo tanto, no tengo ningún miedo a morir!”

-La violación de Lucrecia- William Shakespeare

 

Según la Organización Mundial de la Salud (2013) una de cada tres mujeres ha sufrido un hecho de violencia física o sexual en un momento de su vida, siendo generalmente perpetrado por su pareja. En lo referente a la violencia sexual, esta es un hecho aberrante y penalmente punible en muchos países, pero existen varias creencias sociales que dificultan los distintos pasos dentro del proceso judicial. Dentro de estas actitudes o creencias sociales que perpetúan esta clase de comportamientos, existen los denominados mitos sobre la violación, que constan de un conjunto de actitudes y creencias que justifican o niegan este tipo de violencia sexual de los hombres hacia las mujeres (Burt, 1980).

 

Al respecto, dichos mitos tienen una gran relevancia psicosocial y sirven para proteger a los violadores y para perpetrar las agresiones sexuales (Lonsway y Fitzgerald, 1994). Estos mitos, prevalecen en nuestra sociedad al estar fuertemente arraigados en la cultura, historia e instituciones que la componen (Turchik y Edwards, 2012). A su vez estos afectan a las víctimas al dificultar identificar su experiencia como una violación y generarle dudas a la hora de denunciar lo sucedido, debido a que puede obtener respuestas que deslegitiman la experiencia sufrida, hacerla sentir culpable de lo ocurrido y no reconocerla como una víctima de violación (Ryan, 2019). Dentro de los mitos más comunes se incluyen creencias como "un esposo no puede violar a su mujer", "las mujeres piden ser violadas", "las mujeres disfrutan ser violadas", "las mujeres suelen mentir sobre una violación", "hay mujeres quieren tener sexo a pesar de que verbalmente lo nieguen" (Edwards et al., 2011; Lonsway y Fitzgerald, 1994). Con esto, se logran actitudes que conducen a culpar a la víctima, exculpar al violador y minimizar o justificar la agresión (Burt, 1980).

 

La Illinois Rape Myth Acceptance Scale (IRMA, Payne et al., 1999es uno de los cuestionarios más utilizados para la medición de la aceptación de mitos de violación (Trottier et al., 2021). Este evalúa la aceptación de los mitos de violación a través de siete diferentes dimensiones: ella se lo buscó, no fue realmente una violación, él no tuvo la intención, ella lo quiso, ella mintió, la violación es un evento trivial y la violación es un evento desviado. A su vez, los autores agregan en su trabajo una versión corta de este cuestionario, llamado Illinois Rape Myth Acceptance Scale - Short Form (IRMA-SF) que tiene como objetivo obtener una medida general de lo aceptación de mitos de violación (Payne et al., 1999). Posteriormente, McMahon y Farmer (2011) propusieron una versión con lenguaje actualizado de la escala original, en la cual se identificaron cinco factores que incluyen: “no fue una violación”, “él no tuvo la intención”, “él no tuvo la intención (ítems relacionados a consumo de alcohol por parte del agresor)”, “ella mintió”, y “ella se lo buscó”.

 

En cuanto a los estudios relacionados a la personalidad, la psicopatía es un rasgo que ha demostrado estar positivamente correlacionado con la aceptación de mitos de violación, una mayor empatía con el agresor, y una menor empatía con la víctima (Jonason et al., 2017).          La psicopatía es un constructo que ha sido ampliamente estudiado y cuyo marco teórico más utilizado sigue siendo el propuesto por Hare (1980), que basándose en el clásico trabajo de Cleckley (1941), formó un modelo de psicopatía compuesto por dos factores donde el primer factor comprende los rasgos afectivos, interpersonales y manipulativos, y el factor dos, los rasgos de comportamiento antisocial, inestables y erráticos. Considerando la estructura factorial de la psicopatía previamente mencionada, quienes poseen altos niveles de insensibilidad se caracterizan a su vez por no sentir culpa o remordimiento en las relaciones interpersonales (Cleckley, 1941), mostrando correlaciones positivas con una mayor aceptación de los mitos de violación (Debowska et al., 2015).

 

Hay muy pocos estudios que analizan la correlación entre los mitos de violación y la autoestima. Los resultados de estos indicaron una correlación positiva entre la autoestima y la aceptación de los mitos de violación, resultando en que altos niveles de autoestima tienden a sostener las actitudes negativas sobre las víctimas de violación, las creencias y estereotipos negativos relacionadas a estas (Karsli y Anli, 2011). Por otro lado, dentro de los estudios que analizan la relación de la autoestima con la psicopatía, Cale y Lilienfeld (2006) encontraron una correlación positiva entre la autoestima y el Factor 1 de psicopatía evaluado en este estudio, caracterizado por poseer un encanto superficial, incapacidad de sentir culpa o remordimiento y rechazo a las normas sociales. Sin embargo, los resultados encontrados sobre esta temática son mixtos. Estudios realizados en una población de estudiantes universitarios encontraron una relación positiva entre el Factor 1 de psicopatía y la autoestima, pero una correlación negativa con el Factor 2 (Falkenbach et al., 2013).

 

En lo que respecta a la edad, estudios han encontrado correlaciones entre esta y los mitos de violación, indicando que a medida que aumenta la edad, tiende a percibirse una mayor aceptación de los mitos de violación y del uso de la violencia interpersonal hacia las mujeres (Emmers-Sommer, 2014). En relación con el género, los hombres suelen mostrar mayor aceptación de los mitos de violación que las mujeres (Newcombe et al., 2008).

 

Considerando la alta prevalencia de casos de violación y violencia sexual, se puede concluir que un correcto apoyo a las víctimas y una revisión de los mitos que rodean a estos hechos es necesario. Dado que la aceptación de los mitos de violación ayuda a perpetuar la agresión sexual contra mujeres (Peterson y Muchlenhard, 2004), es necesario continuar profundizando en el estudio de estos (Iconis, 2008). Es por esto, que es importante la adaptación de herramientas que brinden formas de medición empíricas sobre estas conductas y a su vez, la realización de estudios que evalúen los factores que hacen que los mitos se sostengan. Siendo limitada la disponibilidad de instrumentos que evalúen este constructo en contextos hispanohablantes, y la necesidad de explorar el estado actual de aceptación de estas creencias y mitos en la población argentina, el presente tuvo como objetivos: 1) examinar las propiedades psicométricas del Illinois Rape Myth Acceptance Scale Short-Form (IRMA-SF; Payne et al., 1999) en una muestra de adultos argentinos y 2) examinar si el género, la edad, la autoestima y la psicopatía son predictores de los mitos de violación.

 

MÉTODO

 

La muestra del presente estudio estuvo compuesta de modo intencional por 511 adultos de ambos géneros (83% femenino y 17% varones) de entre 18 y 45 años residentes de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y Gran Buenos Aires, Argentina. La edad media era de 27 años (SD = 9.75). Un 44.8% no trabaja y el 55.2%, sí. La mayor parte de la muestra poseía un nivel de estudios universitario (57.3%), nivel secundario (21.1%) y nivel terciario (20.7%). Se utilizó un cuestionario sociodemográfico con el objetivo de indagar género, edad, etc. Para evaluar los niveles de psicopatía, se utilizó la Levenson Self-Report Psychopathy Scale (LSRP; Levenson et al., 1995), adaptado al español por Camacho et al. (2011). Compuesta de 26 ítems que se responden a través de una escala likert (1 = totalmente en descuerdo, 4 = totalmente de acuerdo) se evalúan los niveles de psicopatía diferenciados en dos dimensiones (Psicopatía primaria y Psicopatía secundaria). En el presente estudio, el primer factor tuvo un Alfa de Cronbach de .74, mientras que el segundo factor de psicopatía arrojó un Alfa de Cronbach de .66.

 

La autoestima fue evaluada por medio de la Escala de Autoestima de Rosenberg (RSES; Rosenberg, 1965). Esta escala tiene como objetivo el evaluar el sentimiento de satisfacción que la persona tiene de sí misma y cuán valiosa cree ser. Está compuesta por 10 ítems. Las respuestas se califican en una escala de tipo Likert de 4 puntos (muy de acuerdo, de acuerdo, en desacuerdo, muy en desacuerdo). Sus propiedades psicométricas están sólidamente establecidas en la Argentina, en adolescentes y adultos emergentes en lo relativo a su validez concurrente y consistencia interna (Facio et al., 2006). La consistencia interna de la escala fue de .90 para la presente investigación.

 

La Illinois Rape Myth Acceptance Scale Short-Form (IRMA-SF; Payne et al., 1999) mide la aceptación de los mitos de violación, donde puntajes más altos de la escala muestran niveles más altos de rechazo hacia los mismos. Es una escala compuesta por 22 ítems que mide las creencias sobre los mitos de violación. Las respuestas se califican en una escala tipo Likert de 5 puntos (1 = totalmente en desacuerdo, 5 = totalmente de acuerdo). La escala consta de cuatro dimensiones de adecuada estructura factorial, como señalan estudios exploratorios y confirmatorios: 1) “Ella se lo buscó”; 2) “Él no tuvo la intención”; 3) “No fue una violación”; y 4) “Ella mintió”. Un ejemplo de ítems es “Si una mujer va a una habitación sola con un hombre en una fiesta, va a ser su culpa si la viola”. Dicha escala demostró validez concurrente con los estereotipos de género tradicionales, hostilidad hacia las mujeres y violencia interpersonal y general; y una consistencia interna por encima de .80 para las distintas dimensiones y correlaciones ítem-total entre .34 y .65.

 

En cuanto al proceso de traducción para el presente estudio, la escala fue adaptada al español argentino, respetando las recomendaciones internacionales (International Test Commission, 2017). La traducción del original fue realizada por dos traductores independientes profesionales con conocimiento en psicología, para luego calificar las equivalencias entre la versión en inglés y la traducida. Luego de un consenso para cada uno de los ítems, el instrumento fue traducido nuevamente al inglés por otro traductor, para luego ser comparada con la versión original. Antes de aplicarla en la muestra para la presente investigación, se aplicó a una muestra piloto de 50 estudiantes universitarios de psicología, quienes no demostraron ningún inconveniente en responder. A su vez, esta escala ha sido traducida y adaptada al turco (Çoklar y Meşe, 2014) y al noruego (Bendixen y Kennair, 2017), entre otras lenguas, mostrando buenas propiedades psicométricas y similares a la escala original.

 

La recolección de datos se basó en la administración de una batería compuesta por los instrumentos mencionados de forma online, a través de un formulario de Google Forms, el cual fue difundido mediante distintos canales de comunicación. El formulario incluía los cuestionarios, una carta de explicación de los propósitos de la investigación y se incluyó a su vez un consentimiento informado que los participantes debían tildar si deseaban participar voluntariamente (de lo contrario no podían seguir contestando). Se aseguró el anonimato, confidencialidad de las respuestas y el cumplimiento de los requisitos por parte de los participantes. El estudio fue aprobado por la universidad en la que se desempeñaban los investigadores.

 

El proceso de análisis de datos se realizó en primer lugar utilizando el programa Statistical Package for the Social Sciences (SPSS) versión 23. Por medio se este se calcularon estadísticos descriptivos e inferenciales. El programa Factor 8.10 fue utilizado para realizar un análisis paralelo para explorar los factores que emergían de la escala (Lorenzo-Seva y Ferrando, 2013). Se utilizó un número de replicaciones de .100 y percentil de representación de simulaciones de .95 y el método de implementación clásico de Horn (1965) para determinar la retención de factores. Para explorar la estructura factorial del modelo se realizó un análisis factorial exploratorio (AFE) con rotación Promin y el método Unweighted Least Squares debido al tipo de datos utilizados. 

 

En el análisis factorial confirmatorio (AFC), los valores de las preguntas para la asimetría oscilaron entre 0,48 y 5,22 y entre 0,03 y 19,19 para la curtosis, considerando valores de asimetría superiores a 3 y valores de curtosis de 8 a 20 o más como extremos (Kline, 2015). Dado que los datos se alejaban levemente de una distribución normal y las respuestas a los ítems eran de tipo ordinal, y consistían en cinco opciones de respuesta, se utilizó el método Weighted Least Squares MV (WLSMV) (Brown y Moore, 2006; Byrne, 2010; Lloret-Segura et al., 2014).

 

La muestra se dividió aleatoriamente en dos grupos: uno de 211 participantes y el otro de 300 participantes. De este modo y siguiendo un enfoque basado en los datos -o bottom up-, se realizó primero el análisis paralelo y el análisis exploratorio en el primer grupo y el análisis factorial confirmatorio en el segundo grupo. Se consideraron valores de x2, CFI, TLI y RMSA para evaluar el nivel de ajuste de los modelos. Tomando como apropiados valores de CFI mayor de .97 y RSMEA menor de .07 (Hair et al., 2009). El el x2 del modelo no fue considerado en el análisis dado que es referenciado como un criterio exigente y afectado por el tamaño de la muestra (Byrne, 2012). Sin embargo, si se ha tenido en cuenta que el x2 se puede dividir por los grados de libertad y se consideran aceptables valores de 2 a 3 o hasta 5 (Cupani, 2012).

 

RESULTADOS

 

Para evaluar la estructura factorial del cuestionario, en primer lugar, se realizó un análisis paralelo. Al comparar la media de los autovalores aleatorios y empíricos, los resultados sugieren la retención de cuatro factores, como se muestra en la Tabla 1. Con respecto al análisis factorial exploratorio, en el cual se decidió retener cuatro factores siguiendo el análisis paralelo, el cálculo del índice de adecuación muestral Kaiser–Meyer–Oklin (KMO) = .95 y la prueba de esfericidad de Bartlett x2 (231) = 5766.10; p < .001 indicaron que era apropiado realizarlo.

 

En la Tabla 1 se presentan los resultados, los cuales arrojaban la sugerencia de un modelo de cuatro factores que explicaban un 70% de la variancia, los factores se podían denominar, al igual que la versión de McMahon y Farmer (2011), como: ella se lo buscó, el no tuvo la intención, no fue una violación y ella mintió, los cuales explicaban un 51%, 8%, 5% y 6% de la varianza, respectivamente. Con todas las preguntas cargando por encima de .41, como se muestra en dicha tabla, y sin ítems complejos, con la excepción de la pregunta 17 de “no fue una violación” que cargaba en su dimensión y en “ella mintió”. Todos los restantes cargaban en su respectiva dimensión, salvo el 11 y 12 de “no tuvo la intención” que cargaban en “no fue una violación”, como se muestra en la Tabla 2. El ajuste del modelo indicaba una estructura factorial adecuada x2 (149) = 203.50 p < .003 TLI = .99, CFI = .99 y RMSEA = .03.

 

Tabla 1. Autovalores aleatorios y empíricos del cuestionario de mitos de violación.

Componente

 

Media

Percentil

Total

% de varianza

1

 

1.39

1.46

7.72

35.11

2

 

1.32

1.37

1.66

7.57

3

 

1.27

1.31

1.55

7.08

4

 

1.16

1.27

1.18

5.36

5

 

1.15

1.22

0.99

4.50

6

 

1.14

1.18

0.87

3.95

7

 

1.12

1.15

0.79

3.59

8

 

1.08

1.11

0.74

3.40

9

 

1.06

1.08

0.69

3.17

10

 

1.03

1.05

0.68

3.12

11

 

1

1.02

0.62

2.82

12

 

0.97

0.99

0.56

2.55

13

 

0.94

0.97

0.53

2.41

14

 

0.91

0.94

0.50

2.29

15

 

0.88

0.91

0.45

2.07

16

 

0.87

0.88

0.43

1.98

17

 

0.85

0.85

0.38

1.74

18

 

0.80

0.83

0.37

1.70

19

 

0.80

0.79

0.35

1.62

20

 

0.74

0.76

0.31

1.45

21

 

0.73

0.74

0.28

1.30

22

 

0.69

0.70

0.24

1.11

 

Tabla 2. Cargas factoriales del cuestionario de mitos de violación.

Ítem

Factor I

Factor II

Factor III

Factor IV

Ítem 1

.601

 

 

 

Ítem 2

.850

 

 

 

Ítem 3

.766

 

 

 

Ítem 4

.763

 

 

 

Ítem 5

.506

 

 

 

Ítem 6

.516

 

 

 

Ítem 7

 

.833

 

 

Ítem 8

 

.670

 

 

Ítem 9

 

.861

 

 

Ítem 10

 

.423

 

 

Ítem 11

 

 

.639

 

Ítem 12

 

 

.469

 

Ítem 13

 

 

.507

 

Ítem 14

 

 

.570

 

Ítem 15

 

 

.681

 

Ítem 16

 

 

.687

 

Ítem 17

 

 

.414

 

Ítem 18

 

 

 

.595

Ítem 19

 

 

 

.689

Ítem 20

 

 

 

.820

Ítem 21

 

 

 

.644

Ítem 22

 

 

 

.422

Varianza explicada

51%

8%

5%

6%

M (SD) =

26.79 (4.60)

26.11 (4.57)

23.48 (2.86)

19.46 (4.71)

Nota. Se muestran solamente las cargas factoriales por encima de .30

 

Con respecto al análisis factorial confirmatorio, en la Tabla 3 se muestran los resultados. Como se puede observar, el ajuste era adecuado con un CFI y TLI por encima de .97 y RMSEA = .06. A su vez, en la Tabla 4 se pueden observar las cargas factoriales de cada ítem en el análisis factorial confirmatorio, con todas las cargas siendo significativas. Por otra parte, al dividir el x2 por los grados de libertad se hallaba un valor de 3.36, lo cual es aceptable.

 

En lo relativo a la consistencia interna, las mismas eran .83 para “ella se lo buscó”; .74 para “él no tuvo la intención”; .73 para “no fue una violación” y .78 “ella mintió”. Las correlaciones entre la escala estaban en un rango entre .49 y .61.

 

Tabla 3. Ajuste de los modelos del cuestionario de mitos de violación.

 Modelo (M)

χ2

df

p

CFI

TLI

RMSEA

Modelo1

677.94

202

.001

.99

.97

.06

Nota. df = grados de libertad. CFI = Comparative Fix Index. TLI = Tucker-Lewis Index.

RMSEA = raíz del residuo cuadrático promedio.

 

Tabla 4. Cargas factoriales del análisis factorial confirmatorio de los items de mitos de violación.

Ítems

Carga

SE

CR

Ítem 1

.84

.03

25.58

Ítem 2

.87

.02

31.57

Ítem 3

.89

.02

39.90

Ítem 4

.80

.02

32.12

Ítem 5

.84

.03

22.79

Ítem 6

.75

.03

24.82

Ítem 7

.71

.03

23.50

Ítem 8

.85

.03

11.06

Ítem 9

.69

.04

17.40

Ítem 10

.85

.05

17.22

Ítem 11

.70

.05

12.62

Ítem 12

.73

.03

20.62

Ítem 13

.88

.02

36.33

Ítem 14

.89

.03

29.55

Ítem 15

.88

.03

24.48

Ítem 16

.96

.05

16.29

Ítem 17

.35

.08

4.06

Ítem 18

.74

.02

25.42

Ítem 19

.75

.02

29.53

Ítem 20

.87

.02

36.38

Ítem 21

.60

.03

15.41

Ítem 22

.68

.03

19.85

Nota. SE error estándar CR radio crítico *** p < .001

 

En la Tabla 5, se muestran las correlaciones entre las dimensiones de mitos de violación, psicopatía y autoestima. A mayor psicopatía primaria, mayor aceptación de todos los mitos de violación. También a mayor psicopatía secundaria, mayor aceptación del mito “él no tuvo la intención”. Con respecto a la autoestima, a mayores niveles, mayor aceptación del mito “ella se lo buscó”, “no fue una violación” y “ella mintió”.

 

Tabla 5. Correlaciones entre puntajes de psicopatía, autoestima y mitos de violación.

 

Ella se lo buscó

Él no tuvo la intención

No fue una violación

Ella mintió

Psicopatía primaria

-.270**

-.293**

-.307**

-.272**

Psicopatía secundaria

-.067

-.134**

.009

-.024

Autoestima

-.172**

-.065

-.219**

-.169**

**p < .01

 

Al llevar a cabo comparaciones de medias t de Student con las puntuaciones de los mitos de violación y el género como factor entre sujetos, se detectaron diferencias significativas debido a que los varones mostraban mayor aceptación de los mitos de violación, t (509) = 4.29, p < .001; t (509) = 43.30, p < .001; t (509) = 3.37, p < .001; y t (509) = 6.65, p < .001, respectivamente.

 

En la Tabla 6, se muestran las predicciones de cada uno de los mitos de violación a partir de los puntajes en psicopatía, en autoestima, edad y género (femenino = 1 y masculino = 2) como predictores. Como se muestra en la tabla, para la dimensión “ella se lo busco” se predecía un 23%, para “él no tuvo la intención” un 12%, para “no fue una violación” un 22% y para “ella mintió” un 19%. La psicopatía primaria era significativa para las cuatro dimensiones; la psicopatía secundaria y la autoestima para “ella se lo buscó” y “él no tuvo la intención”; el género (ser varón) y la edad (a menor edad) resultaron predictores significativos para todas, con la excepción de “él no tuvo la intención” donde la edad no era significativa.

 

Tabla 6. Predicciones de mitos de violación a partir de psicopatía, autoestima, edad y género.

 

 

Ella se lo buscó

Él no tuvo la intención

No fue una violación

Ella mintió

Psicopatía primaria

t

-6.346**

-5.794**

-7.774**

-6.241**

β

-.264

-.257

-.324

-.266

Psicopatía secundaria

t

-2.191*

-2.236*

-0.236

-0.607

β

-.103

-.112

-.011

-.029

Autoestima

t

-1.876

-1.587

-2.634**

-1.700**

β

-.089

-.081

-.126

-.083

Género

t

-3.565**

-2.855**

-3.179**

-5.007**

β

-.144

-.123

-.129

-.207

Edad

t

-8.151**

-1.898

-6.170**

-5.069**

β

.342

.085

.260

-.218

R2

 

23%

12%

22%

19%

 

DISCUSIÓN

 

La violación sexual contra las mujeres es un hecho todavía sumamente frecuente y con importantes costos psicosociales, físicos, médicos, legales y financieros para las víctimas. Del mismo modo, los mitos de violación son una problemática que dificulta de gran manera las denuncias y el proceso judicial correspondiente a los actos de violencia sexual (Portela, 2021). Por lo tanto, poseer herramientas adaptadas a la población hispanohablante beneficia ampliamente la detección de estos mitos sociales, limitando de esta manera los problemas que causan. Es por esto que, el presente estudio se planteó explorar la estructura factorial de la Illinois Rape Myth Acceptance Scale Short-Form (IRMA-SF; Payne et al., 1999) en una muestra de 511 de adultos argentinos, mujeres y varones de 18 a 45 años. Luego, se buscó analizar los principales predictores de los mitos de violación a partir del género, la edad, la psicopatía y la autoestima.

 

En cuanto al primer objetivo, explorar la estructura factorial del instrumento, el análisis factorial exploratorio arrojó –a partir de un análisis paralelo- una estructura de cuatro factores, las cuales explicaban un 51%, 8%, 5% y 6% respectivamente de la varianza, dando un total de 70%. Las mismas se podían llamar también como “ella se lo buscó”, “él no tuvo la intención”, “no fue una violación” y “ella mintió”. Luego, se procedió a realizar un análisis factorial confirmatorio, el cuál mostró un ajuste muy adecuado (CFI = .99 y TLI = .97), y un error adecuado (RMSEA = .06), con dichos valores siendo satisfactorios (Bentler, 1990; Byrne, 2010).

 

La estructura aquí detectada es bastante similar a la versión corta de los autores (Payne et al., 1999). También en Brasil se aplicó la escala, aunque la versión larga, que arrojó una estructura de cuatro factores y demostrando buenas propiedades psicométricas (Scarpati et al., 2014). Por otra parte, en un estudio realizado por Bendixen y Kennair (2017) en una población de estudiantes noruegos, con la versión abreviada de esta escala (McMahon y Farmer, 2011) demostró una estructura de cuatro factores y adecuada consistencia interna. En cambio, en China la estructura factorial demostró ser algo diferente (distinta cantidad de dimensiones) indicando que la cultura puede introducir diferencias a este respecto (Xue et al., 2019). Con respecto a las alfas de Cronbach, eran adecuadas con .83 para “ella se lo buscó”; .74 para “él no tuvo la intención”; .73 para “no fue una violación” y .78 “ella mintió”, mostrando buena consistencia interna (De Vellis y Thorpe, 2012; Kaplan y Saccuzzo, 2006) y bastante similares al del estudio original de los autores.

 

En cuanto al objetivo número dos, se encontraron correlaciones negativas entre la psicopatía primaria y el rechazo a todos los mitos de violación. También a mayor psicopatía secundaria, mayor aceptación del mito “él no tuvo la intención”. Con respecto a la autoestima, a mayores niveles de esta, mayor aceptación del mito “ella se lo buscó”, “no fue una violación” y “ella mintió”. Esto se puede explicar porque las personas con rasgos de personalidad psicopáticos son insensibles y con bajos niveles de empatía (James y Blair, 2007) lo cual hace prácticamente imposible el que se puedan poner en el lugar de una víctima de abuso sexual, haciendo mucho más probable la aceptación de los mitos de violación. Estudios anteriores han visto esto también en violadores, los cuáles mostraron menores niveles de empatía para con sus víctimas que en relación con otras mujeres (Fernandez y Marshall, 2003).

 

Por otro lado, y en el caso de la autoestima, sentimientos de superioridad o de incapacidad de reconocer que esas situaciones pueden ocurrirle a cualquier individuo, causarían una mayor aceptación de estos mitos de violación. También se detectó que los varones muestran una mayor aceptación de los mitos de violación por sobre las mujeres. Resultados que coinciden con los obtenidos por otros autores (Carrol et al., 2016; Emmers-Sommer, 2014; Hayes et al., 2013). Futuros estudios deberían evaluar cómo funcionan los mitos de violación de acuerdo con si las víctimas es un varón e –incluso- examinar si el agresor es una mujer, ya que, a pesar de no estar no representar la mayoría de los casos de violencia sexual y no reflejados comúnmente en la literatura, también existen casos de abuso concretados por mujeres (Wijkman et al., 2010).

 

A su vez, los mayores predictores de aceptación de mitos de violación fueron nuevamente la psicopatía primaria, la secundaria (solo para el caso de las dimensiones “ella se lo buscó” y “él no tuvo la intención”), el ser hombre y la edad –a mayor edad-. Las diferencias de género en los mitos de violación han sido ampliamente estudiadas, por ejemplo, con relación a la campaña #MeToo (Kunst et al., 2019) o en una muestra compuesta por policías (Shechory Bitton y Jaeger, 2020) siempre encontrándose que los hombres tienen una tendencia a la aceptación de los mitos de violación mayor que las mujeres. Que la psicopatía primaria sea uno de los mayores predictores no es algo llamativo, ya que numerosos estudios indican que la psicopatía se relaciona con los mitos de violación (Jonason et al., 2017; Methot-Jones et al., 2019; Süssenbach y Euteneuer, 2022; Watts et al., 2017).

 

En el caso de la autoestima, niveles altos de autoestima se correlacionaron con la aceptación de mitos, lo cual se podría entender por el hecho de que personas que tienen un sentido grandioso de sí mismos pueden ser más propensas a las conductas agresivas (Karsli y Anli ,2011). Por otra parte, que la autoestima haya sido un predictor podría indicar que su asociación con los mitos no se debe a una asociación espuria entre esta variable y la psicopatía. Con respecto a la edad, también un estudio halló que, a más edad mayor aceptación de los mitos (Emmers-Sommer, 2014). A su vez, un metaanálisis encontró que los adolescentes en comparación con universitarios eran de aceptar más los mitos (Hockett, et al., 2016).

 

CONCLUSIONES

 

La aceptación de los mitos de violación en diversas culturas, sigue siendo un factor que sostiene las creencias y prejuicios que validan la violencia sexual, especialmente contra las mujeres. La adaptación al español, en una muestra de adultos argentinos, de la escala de aceptación de mitos de violación ha demostrado poseer propiedades psicométricas adecuadas que permitirían su aplicación en la investigación de dicho constructo. El contar con instrumentos confiables y validados en poblaciones hispanohablantes es un paso necesario para que futuras investigaciones continúen profundizando en la situación actual sobre mitos de violación en nuestra sociedad.

 

Los resultados obtenidos, a su vez, indicarían la existencia de una relación entre la psicopatía, la autoestima y los mitos de violación en la muestra seleccionada. La edad, el género (ser varón), la psicopatía y la autoestima resultaron ser predicadores de la aceptación de mitos de violación en gran parte de sus dimensiones. A pesar de los resultados obtenidos, consideramos necesario ampliar la investigación sobre los mitos de violación, en especial en relación a la limitación muestral del presente estudio, ya que la muestra abarcó únicamente adultos argentinos. La diversidad cultural presente en países hispanohablantes podría derivar en distintos mitos, creencias y resultados relacionados a la violencia sexual hacia las mujeres.

 

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Aspectos Éticos – Legales. Los autores declaran haber respetado las normas éticas salvaguardando lo establecido en el ejercicio profesional.

 

Conflicto de Intereses. En la presente investigación los autores declaran no haber incurrido en ningún conflicto que desglose cualquier interés personal al realizar el presente artículo.