REPSI - Revista
Ecuatoriana de Psicología
https://repsi.org
Volumen 7, Número 19, septiembre-diciembre 2024
ISSN: 2661-670X
ISSN-L: 2661-670X
pp. 404 - 414
Inteligencia emocional como factor
protector del bienestar psicológico en jóvenes mexicanos
Emotional
intelligence as a protective factor for psychological well-being in mexican
youths
Inteligência emocional como fator protetor do bem-estar psicológico em
jovens mexicanos
Juan Carlos Plascencia De la Torre
juan.plascencia4353@academicos.udg.mx
https://orcid.org/0000-0002-2321-5843
Carolina De la Torre Ibarra
carolina.delatorre@academicos.udg.mx
https://orcid.org/0009-0003-8282-7801
María Guadalupe Medina González
mariag.medinag@academicos.udg.mx
https://orcid.org/0000-0001-9444-6203
María Lizbeth Méndez Plascencia
lizbethmendezplascencia@gmail.com
https://orcid.org/0009-0003-5541-1114
Clara Sofía Gómez Pérez
clara.gomez0305@alumnos.udg.mx
https://orcid.org/0000-0002-9610-9582
Universidad
de Guadalajara. Tepatitlán de Morelos. Jalisco, México
Artículo recibido
14 de mayo 2024 | Aceptado 25 de junio 2024 | Publicado 9 de septiembre 2024
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revisa este artículo en:
https://doi.org/10.33996/repsi.v7i19.131
RESUMEN
La inteligencia emocional se ha identificado
como un factor crucial en la promoción del bienestar psicológico, especialmente
en poblaciones jóvenes. Este estudio tiene como objetivo determinar la
relación entre la inteligencia emocional percibida y el bienestar psicológico
en jóvenes universitarios mexicanos. Se empleó un diseño no
experimental-transversal, con una muestra de 295 estudiantes de Jalisco,
México. Se utilizaron la escala TMMS-24 y la escala de Bienestar Psicológico de
Ryff, realizándose análisis descriptivos y no paramétricos para comparar las
variables según el género y determinar el grado de correlación. Los resultados
revelaron una correlación positiva y significativa entre el bienestar
psicológico y la inteligencia emocional, así como sus dimensiones (p ≤ .01),
sin diferencias significativas por género. Estos hallazgos destacan la
importancia de fomentar la inteligencia emocional en programas que buscan
mejorar el bienestar psicológico en universitarios.
Palabras clave: Bienestar
psicológico; Estudiantes universitarios; Inteligencia emocional; México; Salud
mental
ABSTRACT
Emotional
intelligence has been identified as a crucial factor in promoting psychological
well-being, especially in young populations. This study aims to
determine the relationship between perceived emotional intelligence and
psychological well-being in Mexican university students. A non-experimental
cross-sectional design was employed, with a sample of 295 students from
Jalisco, Mexico. The TMMS-24 scale and the Ryff Psychological Well-being Scale
were used, and descriptive and non-parametric analyses were conducted to
compare variables by gender and determine the degree of correlation. The results
revealed a positive and significant correlation between psychological
well-being and emotional intelligence, as well as its dimensions (p ≤ .01),
with no significant gender differences. These findings highlight the importance
of fostering emotional intelligence in programs aimed at improving
psychological well-being in university students.
Key words: Psychological well-being; University students; Emotional intelligence;
México; Mental health
RESUMO
A inteligência emocional tem sido identificada como um fator crucial na
promoção do bem-estar psicológico, especialmente em populações jovens. Este
estudo tem como objetivo determinar a relação entre a inteligência
emocional percebida e o bem-estar psicológico em estudantes universitários
mexicanos. Foi utilizado um desenho não experimental-transversal, com uma amostra
de 295 estudantes de Jalisco, México. A escala TMMS-24 e a Escala de Bem-Estar
Psicológico de Ryff foram utilizadas, sendo realizadas análises descritivas e
não paramétricas para comparar as variáveis por gênero e determinar o grau de
correlação. Os resultados revelaram uma correlação positiva e
significativa entre o bem-estar psicológico e a inteligência emocional, bem
como suas dimensões (p ≤ .01), sem diferenças significativas por gênero. Esses
achados destacam a importância de promover a inteligência emocional em
programas que visam melhorar o bem-estar psicológico em estudantes
universitários.
Palavras-chave: Bem-estar psicológico; Estudantes universitários; Inteligência
emocional; México; Saúde mental
INTRODUCCIÓN
En la búsqueda constante por
comprender y promover la salud mental, la inteligencia emocional ha emergido
como un factor de interés significativo en el ámbito de la psicología. La
inteligencia emocional se refiere a la capacidad de reconocer, comprender y gestionar
las propias emociones y las de los demás (Mayer et al., 2016), y ha sido
asociada con una serie de beneficios para la salud. En este sentido, según
García y Ramos (2022), la inteligencia emocional desempeña un papel fundamental
en la promoción del bienestar individual.
Tomando en cuenta una revisión
sistemática en estudiantes, Moreno et al. (2023) aluden que la inteligencia
emocional es considerada una estrategia efectiva de afrontamiento, fungiendo
como un factor protector para el bienestar psicológico, el rendimiento
académico y el clima emocional dentro del aula en los diversos niveles
educativos, incluyendo la universidad. Esta habilidad no solo capacita a los
estudiantes para identificar y comprender sus propias emociones, sino que también
les brinda la capacidad de reconocer y abordar las emociones de los demás.
Asimismo, fomenta la construcción de relaciones interpersonales más saludables
y sostenibles. La inteligencia emocional también se traduce en la capacidad de
autorregulación emocional, cultivando la empatía y nutriendo las habilidades
sociales. Estas cualidades, a su vez, propician mejoras significativas tanto en
el rendimiento académico como en el ámbito laboral.
Diversos estudios han evaluado la
relación entre la inteligencia emocional y otras variables psicológicas,
proporcionando un marco teórico relevante para el análisis de su impacto en el
bienestar psicológico. Carrillo et al. (2020), por ejemplo, analizaron la
relación entre la inteligencia emocional percibida y el autoconcepto en una
muestra de 255 estudiantes de preparatoria, encontrando que las tres
dimensiones de la inteligencia emocional (atención emocional, claridad de
sentimientos y regulación emocional) predicen positivamente el desarrollo del
autoconcepto. Este hallazgo es significativo, ya que sugiere que la
inteligencia emocional podría desempeñar un papel similar en la promoción del
bienestar psicológico, al influir en la autopercepción y el manejo de emociones
en jóvenes universitarios.
Por otro lado, el estudio de Tabares
et al. (2020) sobre el riesgo suicida en 1,414 estudiantes universitarios de
Colombia, muestra que la claridad y regulación emocional, así como la
autoestima y autoconfianza, actúan como factores protectores contra el riesgo
suicida, mientras que la atención emocional y el autodesprecio son factores de
riesgo. Estos resultados refuerzan la importancia de explorar cómo la
inteligencia emocional puede servir como un factor protector del bienestar
psicológico en contextos universitarios, ya que podrían influir en la
prevención de conductas de riesgo como el suicidio.
Por su parte, Hani (2019) encontró
una correlación positiva entre la resiliencia y la inteligencia emocional en
153 jóvenes del servicio militar voluntario. Estos hallazgos sugieren que la
inteligencia emocional no solo está vinculada al bienestar, sino que también
podría estar relacionada con otras competencias psicológicas, como la
resiliencia, que son esenciales para afrontar el estrés y las dificultades en
la vida universitaria. En conjunto, estos estudios proporcionan un contexto
valioso que apoya el supuesto de que la inteligencia emocional es un factor
protector clave del bienestar psicológico en jóvenes, y refuerzan la relevancia
del estudio dentro de la población universitaria mexicana.
A pesar del creciente interés en la
inteligencia emocional, persiste la necesidad de profundizar en la comprensión
de cómo esta capacidad puede funcionar como un factor protector potencial para
el bienestar psicológico. En tal sentido, Ryff (1989) define el bienestar
psicológico como un estado mental positivo que empodera al individuo para
enfrentar las diversas circunstancias que surgen a lo largo de la vida. Este
autor señala las ambigüedades del concepto tal como se había definido en
teorías previas, como las psicoanalíticas y humanistas. Sin embargo, estas
teorías también identifican aspectos esenciales relacionados con el
funcionamiento psicológico positivo. Siguiendo esta línea, Díaz y Morales
(2021) definen el bienestar psicológico como un conjunto de convicciones sobre
la propia vida, reflejando la evaluación personal de las circunstancias que
contribuyen a la calidad de vida de cada individuo.
En este contexto, la relación entre
la inteligencia emocional y el bienestar psicológico ha sido objeto de diversos
estudios, que han encontrado una correlación positiva entre ambos constructos,
particularmente en estudiantes universitarios (Canedo et al., 2019; Fernández
et al., 2015; Flores, 2022). Estos hallazgos respaldan la idea de que la capacidad
para comprender y manejar las emociones de manera efectiva está estrechamente
vinculada con un mayor bienestar psicológico. Así, el desarrollo de habilidades
relacionadas con la inteligencia emocional podría ser una estrategia efectiva
para promover un mayor bienestar entre los estudiantes universitarios,
resaltando la importancia de integrar la educación emocional en los entornos
académicos, proporcionando a los estudiantes herramientas y recursos para
comprender y regular sus emociones de manera efectiva.
Sin embargo, a pesar de estos
avances, todavía existen vacíos en la investigación, particularmente en el
contexto mexicano. Tomando en consideración la revisión sistemática realizada
por Valdiviezo y Rivera (2022), cuyos resultados muestran una preocupación por
la baja producción científica de este tema de estudio, particularmente en el
campo educativo, pues no se ha documentado completamente cómo la inteligencia
emocional influye en la prevención o mitigación de problemas psicológicos como
la ansiedad, la depresión y el estrés.
Por lo tanto, es esencial analizar
cómo opera la inteligencia emocional en diversos contextos culturales y cómo
puede desempeñar un papel protector en el bienestar de diferentes poblaciones.
Abordar estas cuestiones no solo enriquecerá la comprensión del vínculo entre
la inteligencia emocional y el bienestar psicológico, sino que también ofrecerá
información valiosa para el diseño de intervenciones más efectivas y
contextualmente relevantes.
En ese sentido, el objetivo del presente
estudio fue determinar la relación entre la inteligencia emocional percibida y
el bienestar psicológico en una muestra de jóvenes mexicanos.
MÉTODO
El estudio se basó en un diseño
descriptivo-correlacional con un enfoque transversal. Los individuos que
formaron parte de la investigación fueron jóvenes y estudiantes universitarios
provenientes del estado de Jalisco, México. Se empleó un método de muestreo no
probabilístico incidental para seleccionar a un grupo de 295 estudiantes
inscritos en una institución de educación superior, el 63.7% fueron mujeres y
el 36.3% hombres, en un rango de edad entre los 18 y 30 años (M=20.54; DE=2.081). El 53.2% de los
jóvenes reportaron estar trabajando y estudiando a la vez, mientras que el
resto reportó dedicarse únicamente a estudiar. Los criterios para ser incluidos
en el estudio consistieron en ser mayor de 18 años, residentes del estado de
Jalisco en México, estar adscrito en alguna carrera universitaria de la
institución, la disposición voluntaria para participar y la firma previa de un
consentimiento informado antes de completar los cuestionarios de evaluación.
Para analizar las variables de
interés, se empleó un conjunto de escalas, encabezado por un cuestionario que
recopiló información sociodemográfica para obtener detalles fundamentales de
las personas, tales como la edad, el género, y la ocupación. Previamente, se
obtuvo el consentimiento informado, en el cual se detallaron los objetivos del
estudio, la confidencialidad de los datos y su uso exclusivo con fines de
investigación.
Posteriormente se utilizó la Escala
Rasgo de Metaconocimiento Emocional (TMMS-24) creado por Salovey, et al. (1995)
para evaluar la inteligencia emocional percibida; la versión empleada en la
presente investigación fue la adaptación a una versión breve realizada por
González et al. (2020) en población hispanohablante, particularmente en jóvenes
universitarios argentinos, que evalúa tres dimensiones: 1) atención a los
sentimientos (ítems 1 al 8), 2) claridad emocional (ítems 9 al 16) y 3)
regulación emocional (ítems 17 al 24). En total se compone de 24 ítems en una
escala tipo Likert de cinco puntos (1 = Totalmente en desacuerdo, 2 = Algo de
acuerdo, 3 = Bastante de acuerdo, 4 = Muy de acuerdo y 5 = Totalmente de
acuerdo). A mayor puntuación, mayor inteligencia emocional percibida. Para su
adaptación breve en estudiantes argentinos, González et al. (2020) la aplicaron
a 316 estudiantes universitarios obteniendo una consistencia interna adecuada,
con coeficientes alfa de Cronbach entre .82 y .85. Para fines de este estudio,
se mostró un índice de confiabilidad adecuado para el total de la escala (Alpha
de Cronbach = 0.919), como para sus respectivas dimensiones: atención a los
sentimientos (a = 0.863); claridad emocional (a = 0.922); y regulación
emocional (a = 0.873).
Asimismo, se utilizó la Escala de
Bienestar Psicológico de Ryff (1989), adaptada y validada por Jurado et al.
(2017), en una muestra de 1528 universitarios mexicanos. Esta escala consta de
un total de 9 ítems con un formato de respuesta tipo Likert que va de 1 a 6,
donde 1 = totalmente en desacuerdo y 6 = totalmente de acuerdo. A mayor
puntuación, mayor bienestar psicológico. En este estudio, la escala total
mostró valores de alfa de Cronbach de 0.91, los cuales son considerados
adecuados.
Los participantes fueron convocados
por medio de un correo electrónico institucional, a quienes se les envió la
batería de instrumentos mediante el uso de la plataforma Google Formularios, la
cual fue completada haciendo uso de cualquier dispositivo móvil con acceso a
internet. El tiempo promedio de
respuesta varió entre 10 y 15 minutos. En términos éticos de investigación
científica, se consideró que el proceso implicaba un riesgo mínimo para los
participantes, cumpliendo con los artículos 13, 14, 16, 17, 21 y 59 de la Ley
General de Salud de México en materia de investigación.
Una vez recopilados los datos, se
llevaron a cabo análisis descriptivos para obtener frecuencias y medidas de
tendencia central, con el fin de caracterizar la muestra en términos de los
datos sociodemográficas y describir las variables de estudio. Además, se
aplicaron pruebas no paramétricas para los análisis inferenciales como la
prueba de correlación de Spearman a un nivel de confianza del 95%, todo a través
del programa Statistical Package for the Social Science (SPSS v.26) para
Windows.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Tomando en cuenta que no existen
baremos para la interpretación de los resultados, se consideró la media teórica
de la Escala TMMS-24 (M = 3),
de la cual se aprecia que los evaluados reportaron una puntuación promedio de
3.48 (DE=0.654) que indica una inteligencia emocional percibida moderada. En
ese mismo orden, se presentan las puntuaciones de las dimensiones de la escala,
de las cuales, atención a los sentimientos presenta mayor puntaje (M=3.64;
DE=0.802) en comparación con las dimensiones de claridad emocional y regulación
emocional Tabla 1. Por su parte, en la variable de bienestar psicológico los
participantes reportaron una puntuación media de 4.12 (DE=0.720).
Tabla 1. Medidas de
tendencia central de la inteligencia emocional percibida y el bienestar
psicológico
|
Puntuación Mínima |
Puntuación Máxima |
M |
DE |
Escala TMMS-24 Atención a los sentimientos Claridad emocional Regulación emocional Bienestar Psicológico |
1.54 2 1 1 1.87 |
4.88 5 5 5 5.72 |
3.48 3.64 3.39 3.44 4.12 |
0.654 0.802 0.866 0.814 0.720 |
Del mismo modo, se realizó el
análisis de normalidad de las distribuciones de las variables de estudio por
medio de la prueba Kolmogórov-Smirnov, donde se obtuvieron valores p < .05, lo cual indicó valores no
simétricos, por lo que se recurrió a utilizar pruebas no paramétricas para los
análisis inferenciales. Acto seguido se compararon las medias de las variables
en función del género de los evaluados utilizando la prueba U de Mann-Whitney.
Los resultados se pueden apreciar en la Tabla 2, en la cual no se observaron
diferencias estadísticamente significativas en ninguna de las variables de
estudio ni en sus respectivas dimensiones.
Tabla 2. Comparación de medias en
función del género con U de Mann-Whitney
Variables de
estudio |
Hombres |
Mujeres |
Z |
p |
||
Media |
DE |
Media |
DE |
|||
Escala TMMS-24 Atención a los sentimientos Claridad emocional Regulación emocional Bienestar Psicológico |
3.49 3.60 3.39 3.48 4.04 |
0.671 0.807 0.874 0.803 0.738 |
3.48 3.64 3.39 3.44 4.17 |
0.645 0.800 0.864 0.822 0.708 |
-0.046 -0.397 -0.011 -0.605 -1.479 |
0.963 0.692 0.991 0.545 0.139 |
p ≤ 0.05
Por último, se procedió a analizar la
relación entre las variables y sus dimensiones por medio de la prueba de
correlación Rho de Spearman. En la Tabla 3, se puede apreciar que existen
correlaciones estadísticamente significativas entre el bienestar psicológico y
la inteligencia emocional percibida (r = 0.496; p = 0.000), y que esta correlación es positiva y de fuerza
mediana. Asimismo, se reportan correlaciones estadísticamente significativas de
carácter positivo entre el bienestar psicológico y las dimensiones de la escala
de inteligencia emocional: atención emocional (r = 0.193; p = 0.001), claridad emocional (r =
0.464; p = 0.000) y regulación
emocional (r = 0.470; p =
0.000).
Tabla 3. Análisis correlacional entre las variables de
estudio+
|
IEP |
D1 |
D2 |
D3 |
Bienestar
Psicológico |
0.496** |
0.193** |
0.464** |
0.470** |
+Análisis de
Correlación Rho de Spearman. **La correlación es significativa al nivel 0,01
(IEP) Inteligencia emocional percibida, (D1) Atención a los
sentimientos, (D2) Claridad emocional, (D3) Regulación emocional
Discusión
En la investigación se puede
identificar que los participantes en el estudio presentan una inteligencia
emocional moderada. Dichos hallazgos refieren que los jóvenes poseen la
habilidad de reconocer, analizar y distinguir entre las emociones personales y
las de terceros, empleándolas de manera efectiva en la toma de elecciones,
comprendiéndolas y gestionando tanto emociones positivas como negativas en sí
mismos y en los demás. Estos datos guardan coherencia con lo planteado en el
modelo de inteligencia emocional de Mayer et al. (2016), quienes refieren que
la inteligencia emocional percibida consiste en las creencias que tienen los
individuos hacia su experiencia emocional y la conciencia de sus propias
habilidades emocionales.
En ese mismo orden, retomando las
dimensiones de la escala TMMS-24, se encontró mayor puntuación en la dimensión
de atención a los sentimientos y menor puntuación en claridad emocional. De
acuerdo con estos resultados, los jóvenes poseen mayor habilidad para dirigir
la atención hacia las propias emociones y sentimientos, lo que implica la
destreza de reconocer y detectar los sentimientos personales, así como los
estados y sensaciones fisiológicas y cognitivas asociadas a estos; por otro
lado, se percibe menor habilidad en la claridad emocional, la cual hace
referencia a la manera en que las personas
interpretan sus emociones, es decir, si perciben sus sentimientos de
manera nítida y comprenden su estado emocional (González et al., 2020), esto
implica analizar detalladamente la variedad extensa y complicada de señales
emocionales, distinguir y poner nombres a las emociones, e identificar en qué
grupos se encuentran clasificados los sentimientos. La falta de claridad
emocional entre los jóvenes puede ser el resultado de una combinación de
factores, que van desde la falta de educación emocional hasta la presión
social, cultural y académica (Canedo et al., 2019), en tal sentido es
importante abordar estos factores de manera holística para promover un desarrollo
emocional saludable en los jóvenes.
Asimismo, los análisis reportan
óptimos niveles de bienestar psicológico en los participantes evaluados, lo que
refiere que los jóvenes cuentan con un estado psicológico positivo que les
permite afrontar las diversas circunstancias a lo largo de su vida. Estos datos
son consonantes con otros estudios realizados en jóvenes (Cejudo et al., 2016;
Colorado et al., 2012), lo que permite identificar las implicaciones
significativas para la promoción de la salud mental en esta población por medio
de programas de intervención psicoeducativa, formulación de políticas públicas
y prácticas que promuevan la salud mental en entornos universitarios y la
creación de entornos de apoyo positivos y comprensivos para los jóvenes. Las estrategias
de intervención pueden enfocarse en fomentar relaciones sociales saludables,
empoderar a los jóvenes a través del logro personal y enseñar habilidades de
resiliencia emocional. Además, es crucial investigar aún más la interacción
entre estos factores y cómo pueden influirse mutuamente para lograr resultados
más sólidos en la salud mental juvenil.
Por otro lado, al realizar una
comparación en función del género, no se evidenciaron diferencias
estadísticamente significativas, mismos que son consistentes con otras
investigaciones que utilizaron el mismo instrumento de medición en una muestra
de jóvenes estudiantes (Giménez y Prado, 2014), uno de los motivos por los que
podría explicarse es por una mayor proporción de mujeres que de hombres en la
muestra, aspecto bastante habitual en el campo universitario por lo que se
recomienda ahondar sobre estos datos en futuras investigaciones.
Los resultados revelan una
correlación positiva y significativa entre todas las dimensiones del
instrumento de inteligencia emocional y el bienestar psicológico. Estos
hallazgos destacan que las personas con alta inteligencia emocional tienden a
experimentar un ajuste psicológico y social óptimo, manifestándose a través de
diversos indicadores. Estos indicadores incluyen la capacidad de responder de
manera adaptativa ante desafíos, mantener niveles bajos de estrés y emociones
negativas, así como habilidades para identificar emociones con facilidad.
Además, pueden asociarse a bajos puntajes en síntomas psicológicos, particularmente
en ansiedad y depresión; asimismo, con niveles adecuados de satisfacción con la
vida, empatía y una perspectiva positiva hacia el futuro. Estas personas
también disfrutan de relaciones interpersonales satisfactorias y exhiben un
desempeño académico y una satisfacción adecuados (Kotsou et al., 2019; MacCann
et al., 2020; Rincón y Rodríguez, 2018). Los resultados de este estudio se
alinean con investigaciones previas realizadas en poblaciones juveniles, donde
se concluye que la inteligencia emocional actúa como un factor protector en el
desarrollo de otros aspectos del individuo, como el autoconcepto (Carrillo et
al., 2020) y la prevención del riesgo suicida (Tabares et al., 2020)
constructos que se asocian con el desarrollo del bienestar psicológico.
A pesar de que los niveles de
inteligencia emocional y bienestar psicológico en presente estudio son
considerados aceptables, sería beneficioso llevar a cabo futuras
investigaciones desde una perspectiva de intervención y apoyo, para ello se
requiere de implicaciones prácticas dirigidas a favorecer la inteligencia
emocional a través del bienestar psicológico y que este a su vez sea mejorado
por el avance de dicha inteligencia emocional la cual los jóvenes requieren
potenciar en su desarrollo vital (Flores, 2022).
Por último, es importante resaltar
como limitaciones del presente estudio el proceso de selección de
participantes, que a menudo no sigue un método probabilístico y suele no
representar adecuadamente a la totalidad de la población juvenil. Esto
dificulta la posibilidad de extrapolar los resultados encontrados de manera
general. En este sentido, sería aconsejable llevar a cabo investigaciones con
un enfoque de muestreo probabilístico, preferiblemente estratificado por
género, además de considerar una ampliación del tamaño de la muestra.
CONCLUSIONES
Los hallazgos de este estudio revelan
una relación estadísticamente significativa entre la inteligencia emocional y
sus dimensiones con el bienestar psicológico en una muestra de jóvenes mexicanos.
Este resultado indica que la inteligencia emocional podría actuar como un
factor protector del bienestar y la salud mental en esta población. La
capacidad de reconocer, entender y gestionar las emociones no solo se
correlaciona con un mejor estado emocional, sino que también podría tener
implicaciones positivas a largo plazo en la calidad de vida de los jóvenes.
A partir de los resultados es
recomendable implementar programas educativos y de intervención que fomenten el
desarrollo de la inteligencia emocional en los jóvenes. Estas iniciativas
podrían ser incorporadas en entornos escolares y comunitarios para promover
habilidades emocionales desde edades tempranas, contribuyendo así a la
formación de individuos más resilientes y emocionalmente competentes. La
promoción de la inteligencia emocional podría, por tanto, convertirse en una
estrategia clave para mejorar el bienestar general y prevenir problemas de
salud mental en esta población.
Finalmente, es crucial continuar con
investigaciones adicionales que profundicen en la comprensión de las relaciones
entre inteligencia emocional y bienestar psicológico. Futuras investigaciones
podrían explorar la efectividad de diferentes intervenciones diseñadas para
mejorar la inteligencia emocional y evaluar su impacto a largo plazo en
diversas dimensiones del bienestar. Además, sería beneficioso expandir el
estudio a diferentes contextos y grupos demográficos para generalizar los
hallazgos y desarrollar estrategias de intervención más inclusivas y efectivas.
En resumen, este estudio aporta evidencia valiosa sobre el potencial de la
inteligencia emocional como herramienta para promover la salud mental y el
bienestar en los jóvenes mexicanos, estableciendo una base sólida para futuras
investigaciones y prácticas en este campo.
CONFLICTO DE INTERESES
Los autores declaran que no existe
conflicto de intereses para la publicación del presente artículo científico.
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