REPSI - Revista
Ecuatoriana de Psicología
Volumen 8, Número 20, enero-abril 2025
ISSN: 2661-670X
ISSN-L: 2661-670X
pp. 243 – 256
Ansiedad
y estrés académico en estudiantes de medicina
Anxiety and
academic stress in medicine students
Ansiedade
e estresse acadêmico em estudantes de medicina
Damarys
Gisselle Gálvez Sócola
https://orcid.org/0009-0009-6789-1657
Annel Nathaly Pizarro Muñoz
apizarro4@utmachala.edu.ec
https://orcid.org/0009-0001-7337-5802
Karla
Yaritza Belduma Cabrera
kbelduma@utmachala.edu.ec
https://orcid.org/0000-0002-3289-5836
Rosa
Marianela Salamea Nieto
rsalamea@utmachala.edu.ec
https://orcid.org/0000-0002-8348-1852
Universidad
Técnica de Machala. Machala, Ecuador
Artículo recibido 19 de noviembre 2024 |
Aceptado 30 de diciembre 2024 | Publicado 29 de enero 2025
RESUMEN
La ansiedad y el estrés académico pueden
afectar significativamente la salud mental y física de los estudiantes
universitarios, especialmente aquellos con una carga académica exigente. El
objetivo de esta investigación es establecer la relación entre la ansiedad y el
estrés académico en estudiantes de Medicina. Con un enfoque cuantitativo,
correlacional y transversal, se empleó una muestra de 220 estudiantes de la
Universidad Técnica de Machala, con 41.36% hombres y 58.64% mujeres. Se
aplicaron el Inventario de Ansiedad Estado-Rasgo (STAI) con dos dimensiones:
estado (20 ítems) y rasgo (20 ítems), y el Inventario SISCO SV-21 (31 ítems)
con 4 dimensiones: estrés autopercibido, agentes estresores, síntomas de estrés
y estrategias de afrontamiento. Los resultados muestran que existen niveles
altos de estrés académico (m=2.05), ansiedad-estado (m=4.22) y ansiedad-rasgo
(m=4.05), con diferencias significativas según el curso. Se concluye que,
existe una relación positiva y significativa entre el estrés académico y ambas
formas de ansiedad.
Palabras
clave:
Ansiedad; Académico; Educación; Estrés; Medicina
ABSTRACT
Anxiety and academic stress can significantly
affect the mental and physical health of university students, especially those
with a demanding academic load. The objective of this investigation is to
establish the relationship between anxiety and academic stress in medical
students. With a quantitative, correlational and transversal approach, a sample
of 220 students from the Technical University of Machala was carried out, with
41.36% men and 58.64% women. The State-Tear Anxiety Inventory (STAI) with two
dimensions: state (20 items) and tear (20 items), and the SISCO SV-21 Inventory
(31 items) with 4 dimensions: self-perceived stress, stress agents, stress
symptoms and coping strategies will be applied. The results show that there are
high levels of academic stress (m=2.05), state anxiety (m=4.22) and tear
anxiety (m=4.05), with significant differences depending on the course. It is
concluded that there is a positive and significant relationship between
academic stress and both forms of anxiety.
Key
words:
Anxiety; Academic; Education; Stress; Medicine
RESUMO
A ansiedade e o estresse acadêmico podem
afetar significativamente a saúde mental e física dos estudantes universitários,
especialmente aqueles com uma carga acadêmica exigente. O objetivo desta
investigação é estabelecer a relação entre a ansiedade e o estresse acadêmico
nos estudantes de Medicina. Com uma abordagem quantitativa, correlacional e
transversal, foi apresentada uma lista de 220 estudantes da Universidade
Técnica de Machala, com 41,36% homens e 58,64% mulheres. Se aplica o Inventário
de Ansiedade Estado-Rasgo (STAI) com as dimensões: estado (20 itens) e rasgo
(20 itens), e o Inventário SISCO SV-21 (31 itens) com 4 dimensões: estrelas
autopercibidas, agentes estressantes, sintomas de estresse e estratégias de
enfrentamento. Os resultados mostram que existem níveis altos de estresse
acadêmico (m=2,05), ansiedade-estado (m=4,22) e ansiedade-rasgo (m=4,05), com diferenças
significativas dependendo do curso. Conclui-se que existe uma relação positiva
e significativa entre o estresse acadêmico e ambas as formas de ansiedade.
Palavras-chave:
Ansiedade; Acadêmico; Educação; Estres; Medicina
INTRODUCCIÓN
La ansiedad y el estrés del alumnado
universitario en las actividades académicas se han convertido en un campo de
estudio relevante, destacando factores personales, de adaptación y la
dificultad de la carrera escogida, lo cual puede desencadenar reacciones que
deterioren la salud mental del individuo. La prevalencia del estrés y la
ansiedad se observa con mayor intensidad en carreras del área de la salud,
mostrando una incidencia superior en comparación con la población general
universitaria (Trunce et al., 2020).
En este sentido, el estrés académico
encapsula diversos aspectos presentes en el entorno universitario, generando
situaciones estresantes debido a que los estudiantes pueden reaccionar de
diferentes maneras dependiendo del nivel de dificultad percibido (Paredes y
Chasi, 2020). Por otro lado, el vínculo directo entre el estudiante y el medio
que lo rodea, el cual experimenta una dinámica de cambio constante, conlleva
enfrentamientos destinados a dominar situaciones exigentes creadas por
situaciones estresantes, suscitando respuestas ansiosas que precipitan un
estado de tensión en los estudiantes, particularmente frente a acontecimientos
académicos que representan potenciales amenazas (Arntz et al., 2022).
Asimismo, existen dos formas en las que el
estrés se desarrolla como un problema en los estudiantes: de manera sistemática
y adaptativa (Valdivieso et al., 2020), con consecuencias que incluyen fatiga,
molestias digestivas, sentimientos de tristeza, depresión y angustia. En cuanto
a la ansiedad, se podría denominar una respuesta de tipo vivencial,
caracterizada por un constante estado de alerta emocionalmente complejo (Santos
et al., 2021). Según datos publicados por la Organización Mundial de la Salud
(OMS), los trastornos de ansiedad son comunes en el campo referente al
bienestar psicológico, afectando la capacidad de desenvolvimiento y reduciendo
la productividad del individuo (OMS, 2020, como se citó en Chacón et al.,
2021).
En particular, en la educación universitaria,
especialmente en el área de salud, se observa una exigencia ardua que ha
comprometido la salud mental de muchos estudiantes, generando una alta
prevalencia de ansiedad. En particular, la carrera de medicina muestra una
variabilidad significativa en la prevalencia de ansiedad, con cifras que
oscilan desde el 37% en Brasil, 59% en México, hasta el 75% en Perú (Leiva et
al., 2022).
En este contexto, diversas teorías han
intentado explicar la presencia del estrés y cómo se genera. Una de las más
destacadas es la teoría de Hans Selye, que se centra en las alteraciones
fisiológicas manifestadas como respuesta a situaciones detonantes de estrés,
siendo una referencia fundamental en este campo de estudio (Larzabal y Ramos,
2019). El concepto de estrés tiene su origen en la década de 1930 cuando Selye
observó que diversos pacientes presentaban síntomas comunes, independientemente
de sus patologías específicas, como agotamiento, pérdida de apetito, y astenia,
denominándolo síndrome general de adaptación (SGA) (Berrio y Mazo, 2012).
Según Selye, el estrés es una reacción
general no específica del cuerpo ante demandas percibidas, alterada por agentes
estresores que afectan y desequilibran los estímulos físicos, psicológicos,
cognitivos o emocionales. Esta teoría se divide en tres fases: alarma,
resistencia y agotamiento. En la fase de alarma, el cuerpo se prepara para
hacer frente a la situación estresante; en la fase de resistencia, busca
adaptarse y mantenerse frente al estrés; si la exposición continúa, se entra en
la fase de agotamiento, donde los recursos se agotan y pueden surgir problemas
de salud (Mayorga et al., 2020).
Por otro lado, la teoría de la ansiedad
aborda cómo el organismo responde a situaciones estresantes y desencadenantes
de ansiedad. La teoría de la incubación de Eysenck ofrece una perspectiva sobre
cómo los estímulos no reforzados pueden influir en la persistencia y
fortalecimiento de las respuestas de ansiedad. Según esta teoría, las
exposiciones no reforzadas pueden mantener o aumentar las respuestas de miedo,
incluso en ausencia de refuerzo positivo, lo que sugiere que los estímulos no
asociados con consecuencias positivas o negativas pueden intensificar las
respuestas emocionales, como la ansiedad (Santesteban et al., 2016).
En torno a la teoría de Selye (1963) sobre el
estrés, la ansiedad puede entenderse como una de las respuestas adaptativas del
organismo ante situaciones estresantes. La fase de alarma puede asociarse con
respuestas de ansiedad aguda, mientras que la fase de resistencia implica la
adaptación continua a factores estresantes crónicos. Sin embargo, si la
exposición al estrés persiste y los recursos se agotan, esto puede contribuir a
problemas de salud mental y física, incluida una mayor vulnerabilidad a la
ansiedad crónica.
Además, el estrés académico en estudiantes de
medicina se manifiesta con síntomas tanto físicos como psicológicos, afectando
su desarrollo académico. Entre los síntomas más habituales se incluyen
dificultades para dormir, cansancio constante, dolores de cabeza o migrañas, y
trastornos digestivos (Maza y Carrión, 2023). Estos síntomas, si no se
controlan, pueden perjudicar las aspiraciones académicas del estudiante,
provocando un declive en sus calificaciones (Dueñas y Rodríguez, 2023).
Aunado a eso, la carrera de medicina, con sus
exigencias, puede utilizar el estrés como motor para alcanzar objetivos, pero
también puede afectar negativamente procesos cognitivos esenciales como la
atención, la concentración y la toma de decisiones (Ortiz et al., 2019). El
estrés también puede influir negativamente en las habilidades sociales del
estudiante, acortando el tiempo para actividades fuera de la carrera y llevando
a problemas en su entorno. No obstante, se debe considerar que las habilidades
sociales son fundamentales para quienes estudian y ejercen la medicina, ya que
la capacidad de comunicar y escuchar es crucial para el entendimiento del
paciente (Ruiz de Azua et al., 2020).
En este sentido, el estrés puede ser el punto
de partida para complicaciones en la salud física y mental del estudiante, y es
necesario encontrar métodos y actividades que ayuden a mantener una mente y un
cuerpo saludables y centrados.
Además, junto con los altos niveles de
estrés, los estudiantes de medicina también experimentan problemas de ansiedad
a nivel físico, social y cognitivo. Los trastornos de ansiedad, a diferencia de
sentimientos de miedo, se presentan de forma más agresiva y prolongada, y están
relacionados con un aumento en el consumo de sustancias alcohólicas y
estupefacientes, lo que puede deteriorar la salud y disminuir la empatía en el
curso (Souza y Micó, 2021).
En este contexto, la ansiedad se relaciona
con la depresión y, en casos extremos, con riesgos de suicidio. En la educación
superior, la carrera de medicina presenta la tasa más alta de ansiedad,
especialmente en los últimos ciclos y entre la población femenina (Montenegro,
2020). La ansiedad no es un fenómeno unitario y se manifiesta a través de
respuestas físicas como taquicardia, dolores musculares y problemas
gastrointestinales; respuestas cognitivas como pensamientos de miedo y
pesimismo; y respuestas sociales como el bloqueo en las relaciones y la
incapacidad para formar una conversación (Pinargote y Caicedo, 2019).
Asimismo, en la educación universitaria, los
estudiantes enfrentan varias situaciones que pueden incrementar los niveles de
estrés y ansiedad, como cancelaciones de eventos programados sin previo aviso y
preocupaciones relacionadas con el mercado laboral (Sigüenza y Vílchez, 2021).
Entre los factores que también contribuyen a estos problemas se encuentran las
exigencias académicas, la carga horaria intensa, las presiones del grupo, la
mala calidad de sueño y el consumo de sustancias también son detonantes
significativos (Carbonell et al., 2019). El ambiente universitario implica un
reto lleno de competitividad y exigencias que pueden desgastar al estudiante,
sumando presiones familiares, necesidades económicas y situaciones sociales que
pueden deteriorar su salud mental (Arrieta et al., 2014).
Estudios recientes muestran que la ansiedad y
el estrés están vinculados y afectan la salud mental y física de los
estudiantes de medicina. Sánchez et al. (2022) analizaron la relación entre el
estrés, la ansiedad y la depresión en estudiantes de medicina, encontrando
niveles significativos de ansiedad y estrés en los últimos ciclos antes del
internado rotativo. De manera similar, Orco et al. (2022) encontraron que el
81.32% de los estudiantes de segundo año en la Universidad Peruana de Ciencias
Aplicadas presentaban niveles medios de estrés académico. Por otro lado, aunque
la ansiedad es común, existen carreras como Medicina con porcentajes
alentadores en la evasión de problemas de ansiedad.
En consecuencia, los diversos estudios
indican la necesidad de plantear programas para gestionar de manera correcta la
ansiedad y el estrés en los alumnos que cursan la carrera de medicina, con el
fin de mejorar su bienestar psicológico y rendimiento académico. Por lo tanto,
es crucial considerar la influencia de los programas de intervención, junto con
las técnicas y diversos factores, para poder enfrentar la ansiedad y el estrés.
Según los resultados presentados por Soriano et al. (2019), se sugiere que el
uso de técnicas diarias para mejorar la ansiedad y el estrés resulta en menores
puntuaciones en estas variables y, en consecuencia, un mayor bienestar
personal. Entre estas técnicas se incluyen la relajación, el yoga, el
mindfulness y los programas de apoyo centrados en el ejercicio físico.
Al abordar de manera integral las diversas
fuentes de estas variables y sus consecuencias, es posible fomentar un entorno
educativo más saludable y favorable para el progreso educativo y personal de
los futuros profesionales de la medicina. Este enfoque holístico no tiene como
única finalidad mejorar la salud general del estudiantado, sino que también
optimiza sus habilidades para enfrentar las exigencias de su formación y su
futura práctica médica, creando una base sólida para su éxito profesional y
personal.
En este sentido, el estrés puede ser el punto
de partida para complicaciones en la salud física y mental del estudiante, y es
necesario encontrar métodos y actividades que ayuden a mantener una mente y un
cuerpo saludables y centrados. Por tanto, esta investigación busca establecer
relaciones entre el estrés académico y la ansiedad en estudiantes de medicina,
identificando las características y efectos de estas problemáticas, y
proponiendo estrategias para mejorar el soporte y la atención a quienes lo
necesiten.
MÉTODO
La investigación se desarrolló bajo un
enfoque cuantitativo, de carácter correlacional no experimental al tener dos
variables principales como lo son la ansiedad y estrés, precisando en la
interacción innata entre ambas y ver como el comportamiento cambiante en el
desarrollo de uno de estos padecimientos, afecta o libera la creación del otro
en cuestión. Además, se identifica como un estudio transversal debido a que se
la realizó en un tiempo determinado.
En este contexto, la investigación contó con
la participación de 220 estudiantes de medicina de la Universidad Técnica de
Machala a través de la técnica de muestreo probabilística aleatoria simple.
Entre los criterios de inclusión, se consideraron estudiantes de medicina que
no presenten algún diagnóstico psiquiátrico, la edad se encontraba en un rango
de 16 a 28 años, la mayoría de los participantes presentó 21 años
correspondiente al 21.4% de la muestra. Con relación al género el 58.6% es de
género femenil, y el 41.4% es de género varonil. Sobre el estado civil, el
95.5% son solteros y el 4.5% son casados. Por último, a través de la técnica de
muestreo aleatoria simple se consideraron participantes de todos los semestres
de la antes mencionada carrera, la gran parte pertenecían a primer semestre
correspondiente al 10.5% del total de participantes.
Para evaluar la ansiedad se utilizó el
Inventario de Ansiedad Estado-Rasgo, concebido por Charles Spielberger en 1973,
que cuenta con un tipo de aplicación individual o grupal. En su estructura
consta de 40 ítems en escala tipo likert desde 0 (nada), 1(Algo, 2(Bastante), a
3 (mucho). Su objetivo primordial es la examinación de la ansiedad en dos
dimensiones fundamentales: rasgo (20 ítems) y estado (20 ítems).
El STAI como se lo ha mencionado
anteriormente, es una escala de en total 40 ítems que se encargan de mediante
su uso, determinar o evaluar el estado de ansiedad de un individuo, sea este un
rasgo momentáneo o estable; es breve y sencillo por su corta duración y gracias
a estas características, dentro de varias investigaciones se ha visto un índice
de confiabilidad más que adecuado, dentro de la población hispana con
variaciones entre α .84 y .93.
Por otro lado, para evaluar el estrés
académico se utilizó el Inventario SISCO SV-21 elaborado por el Dr. Arturo
Barraza en 2007, cuyo propósito es identificar las manifestaciones que
experimentan los alumnos de educación media superior, universitarios y de
posgrado en consecuencia al estrés. Este inventario fue estudiado en México,
obteniendo resultados más que favorables, basado en un sistema solido
fundamentado en 3 determinantes con un alto índice de confiabilidad con
respecto al alfa de Cronbach de 0.85, 0.91, 0.69, y de 0.9 en estresores,
sintomatología, entre otros
En su estructura, este inventario se compone
de 31 ítems tipo likert, distribuidos de manera específica en 4 dimensiones, la
primera dimensión denominado como nivel de estrés autopercibido, la cual
engloba al ítem 1 conocido como filtro, que sirve para observar si el posible
candidato es óptimo para el test y al ítem 2, de cinco valores numéricos donde
1 es poco y 5 mucho. Además, la siguiente dimensión denominada agentes
estresores presenta ocho ítems tipo Likert, pero esta vez con valores
categoriales, identificando la frecuencia en que las demandas del entorno son
apreciadas como estímulos estresores. Finalmente, la tercera dimensión conocida
como síntomas de estrés posee tiene 15 ítems (11-25) tipo Likert con valores
categoriales, buscando la frecuencia de los síntomas, y la cuarta dimensión
“Estrategias de afrontamiento”, posee seis ítems tipo Likert de cinco valores
categoriales, identificando la frecuencia con la que se emplean estrategias
para afrontar el individuo
Los datos fueron analizados utilizando el
programa SPSS-29.0. Se inició realizando estadísticos descriptivos de las
variables principales de investigación con el propósito de caracterizar los
niveles de estrés académico y ansiedad en estudiantes de medicina;
posteriormente se realizó la prueba Kolmogórov-Smirnov en cada una de las
escalas para identificar las pruebas a utilizarse en el análisis. En todas las
variables de investigación se identificó un valor (p=<.001), que indica que
los datos no presentan distribución normal; por tanto el análisis de resultados
se realizó a través de pruebas no paramétricas: Kruskal-Wallis, para
comparación de grupos independientes, el cual permitirá identificar diferencias
sobre el estrés académico, ansiedad estado y ansiedad rasgo, en cuanto a
características sociodemográficas de edad, género, estado civil y curso; Rho de
Spearman, para conocer la relación entre las variables estrés académico,
ansiedad-estado y ansiedad-rasgo.
RESULTADOS
Y DISCUSIÓN
En este apartado, se presentan los resultados
obtenidos de la investigación sobre la ansiedad y el estrés académico en
estudiantes de medicina, junto con una discusión detallada de los hallazgos. Se
analizaron los descriptivos de las variables de estrés académico, ansiedad
estado y ansiedad rasgo, así como las diferencias entre grupos según edad,
género, estado civil y curso. Además, se examinó la correlación entre estas
variables utilizando el coeficiente de correlación de Spearman. A continuación,
se detallan los resultados y su interpretación en el contexto de la literatura
existente. Tabla 1 a continuación:
Tabla 1. Descriptivos
de estrés académico, ansiedad estado y ansiedad rasgo en estudiantes de la
carrera de medicina.
|
Mínimo |
Máximo |
Media |
Desviación estándar |
Estrés Académico |
1 |
3 |
2.05 |
.542 |
Ansiedad Estado |
1 |
5 |
4.22 |
1.205 |
Ansiedad Rasgo |
1 |
5 |
4.05 |
1.410 |
Sobre los descriptivos Tabla 1, de las
variables se puede identificar que en la variable estrés académico la media es
de 2.05, indicando mayor frecuencia (n=155) en estrés moderado correspondiente
al 70.5% de la muestra; por otro lado, en la variable ansiedad estado se
identifica una media de 4.22, indicando mayor frecuencia (n=132) en un nivel
alto de ansiedad estado correspondiente al 60% de la muestra; y en la variable
ansiedad rasgo se identifica una media de 4.05, indicando mayor frecuencia
(n=131) en un nivel alto de ansiedad rasgo correspondiente al 59.5% de la
muestra.
Tabla 2. Estrés académico, ansiedad estado y ansiedad
rasgo, según edad, género, estado civil y curso.
Variable |
Grupos |
Estadístico
H |
gl (df) |
p |
Estrés
Académico |
Edad |
20.046 |
12 |
.066 |
Género |
.140a,b |
1 |
.708 |
|
Estado
Civil |
4.404a,b |
1 |
.036 |
|
Curso |
26.968a |
10 |
.003 |
|
Ansiedad
Estado |
Edad |
17.355 |
12 |
.137 |
Género |
1.607a,b |
1 |
.205 |
|
Estado
Civil |
3.450a,b |
1 |
.063 |
|
Curso |
27.514a |
10 |
.002 |
|
Ansiedad
Rasgo |
Edad |
16.892 |
12 |
.154 |
Género |
.008a,b |
1 |
.927 |
|
Estado
Civil |
1.921a,b |
1 |
.166 |
|
Curso |
19.234a |
10 |
.037 |
Se
utilizó la prueba no paramétrica Kruskal-Wallis para grupos independientes con
las variables estrés académico, ansiedad estado y ansiedad rasgo según edad,
género, estado civil y curso Tabla 2. Sobre el estrés académico en cuanto a
edad (H(12)=20.046) no se encontraron diferencias significativas (p=0.066); en
cuanto al género (H(1)=0.140) tampoco se encontraron diferencias significativas
(p=0.708); sobre el estado civil (H(1)=4.404) si se encontraron diferencias
significativas (p=0.036), identificándose mayor estrés académico en
participantes casados que en solteros; sobre el curso (H(10)=26.968) también se
encontraron diferencias significativas (p=0.003), se identifica mayor nivel de
estrés académico en primero, sexto, séptimo, octavo, noveno semestre e
internado rotativo; mientras que los niveles más bajos de estrés se identifican
en segundo, tercero, cuarto, quinto y décimo semestre.
Sobre
ansiedad estado no se encontraron diferencias entre los grupos por edad
(H(12)=17.355, p=0.137), género (H(1)=1.607, p=0.205), ni estado civil
(H(1)=3.450, p=0.063); sin embargo si se identifican diferencias significativas
en cuanto al curso (H(10)=27.514, p=0.002), se muestran mayores niveles de
ansiedad estado en primero, segundo, quinto, sexto, séptimo, octavo, noveno
semestre e internado rotativo, mientras se identificó menores niveles de
ansiedad estado en tercero, cuarto y décimo semestre.
En cuanto
a ansiedad rasgo la prueba de Kruskal-Wallis no mostró diferencias
significativas según la edad (H(12)=16.892, p=0.154), género (H(1)=0.008,
p=0.927), estado civil (H(1)=1.921, p=0.166); no obstante si se encontraron
diferencias significativas en la ansiedad rasgo según el curso (H(10)=19.234,
p=0.037), se muestran mayores niveles de ansiedad rasgo en primero, segundo,
tercero, sexto, séptimo, noveno semestre e internado rotativo, mientras se
identificó menores niveles de ansiedad rasgo en cuarto, quinto, octavo y décimo
semestre.
Correlación con Rho de Spearman entre
variables estrés académico, ansiedad estado y ansiedad rasgo
Tabla 3. Correlación
con Rho de Spearman entre variables estrés académico, ansiedad estado y
ansiedad rasgo.
|
|
|
Estrés Académico |
Ansiedad Estado |
Ansiedad Rasgo |
Rho de Spearman |
Estrés Académico |
CorrelationCoefficient |
1.000 |
.381** |
.479** |
|
Sig. (2-tailed) |
. |
<.001 |
<.001 |
|
|
N |
220 |
220 |
220 |
|
Ansiedad Estado |
CorrelationCoefficient |
.381** |
1.000 |
.752** |
|
|
Sig. (2-tailed) |
<.001 |
. |
<.001 |
|
|
N |
220 |
220 |
220 |
|
Ansiedad Rasgo |
CorrelationCoefficient |
.479** |
.752** |
1.000 |
|
|
Sig. (2-tailed) |
<.001 |
<.001 |
. |
|
|
N |
220 |
220 |
220 |
Se utilizó el coeficiente de correlación de
Spearman para evaluar la relación entre el estrés académico, la ansiedad estado
y la ansiedad rasgo Tabla 3. El estrés académico correlaciona de forma positiva
(rho=.381**) y significativa (p<.001) con ansiedad estado; además el estrés
académico con ansiedad rasgo indica una relación positiva (rho=.479**) y
significativa (p<.001); mientras que la ansiedad estado con ansiedad rasgo
correlacionan en un nivel alto, de forma positiva (rho=.752**) y significativa
(p<.001).
Según estos resultados se puede identificar
que los estudiantes de medicina que presenten mayor estrés académico podrían
presentar mayores niveles de ansiedad rasgo y ansiedad estado; además se
muestra que a mayores niveles de ansiedad estado se presentan mayores niveles
de ansiedad rasgo.
Discusión
Los resultados obtenidos en este estudio
revelan una prevalencia significativa de estrés académico, ansiedad-estado y
ansiedad rasgo entre los estudiantes de medicina, lo cual coincide con la
literatura previa que documenta la vulnerabilidad de esta población a estos
trastornos (El Madani et al., 2024; Fernández et al., 2024). El análisis de la
muestra demográfica mostró que el género no tiene un impacto significativo en
los niveles de estrés. ansiedad-estado y ansiedad-rasgo, lo cual contrasta con
estudios previos que indican una mayor vulnerabilidad en las mujeres (Arntz et
al., 2022). Sin embargo, el estado civil sí presenta una diferencia
significativa, reportando mayores niveles de estrés académico en los
estudiantes casados. Este hallazgo sugiere que las responsabilidades
adicionales fuera del ámbito académico pueden intensificar el estrés percibido,
una observación que coincide con la investigación de Sousa et. al., (2021),
quienes encontraron que las cargas externas pueden agravar el bienestar
psicológico de los estudiantes.
En este sentido, la identificación de altos
niveles de ansiedad estado y rasgo, así como de estrés académico, demuestran
diferencias significativas por curso, especialmente en los primeros y últimos
semestres de la carrera, subraya la necesidad de intervenciones específicas
para estos periodos críticos (Estrada et al., 2021). Por ejemplo, los
estudiantes de primer semestre pueden estar experimentando un periodo de
adaptación difícil a las exigencias de la educación médica, mientras que
aquellos en los últimos semestres enfrentan la presión de los exámenes finales y
la transición al ámbito profesional (Leiva et al., 2022). Este patrón subraya
la necesidad de apoyo específico durante estos periodos, tal como se ha
sugerido en estudios que abogan por la implementación de programas de
intervención y manejo del estrés (Capdevila et al., 2021).
Por otro lado, la correlación positiva entre
el estrés académico y la ansiedad, tanto estado como rasgo, sugiere que los
factores estresantes del entorno académico influyen significativamente en la
salud mental de los estudiantes. Esta relación es consistente con la teoría del
síndrome general de adaptación de Selye, que describe cómo los estresores
pueden desencadenar respuestas fisiológicas y psicológicas adversas (Berrio y
Mazo, 2012). En particular, los estudiantes de medicina enfrentan una carga
académica intensa, alta competitividad y presiones constantes para el
rendimiento, lo que puede exacerbar los síntomas de ansiedad (Orco et al.,
2022).
Además, la correlación significativa entre
ansiedad estado y rasgo, sugiere que aquellos estudiantes que presentan altos
niveles de ansiedad en situaciones específicas también son propensos a
experimentar ansiedad de manera más generalizada y persistente. Este hallazgo
es consistente con la teoría de la incubación de la ansiedad, que postula que
la exposición a situaciones estresantes sin una resolución adecuada puede
mantener o aumentar las respuestas de ansiedad (Santesteban et al., 2016).
En relación con ello, este estudio subraya la
relevancia de abordar la salud mental de los estudiantes de medicina a través
de estrategias de apoyo psicológico y emocional. Intervenciones como talleres
de manejo del estrés, asesoramiento psicológico y programas de mindfulness
pueden ser efectivas para reducir los niveles de ansiedad y mejorar el
bienestar general de los estudiantes (Estrada et al., 2021; Orco et al., 2022).
Por tanto, los resultados de este estudio
subrayan la alta prevalencia de estrés académico y ansiedad en estudiantes de
medicina, particularmente en los primeros y últimos semestres de la carrera,
adicionalmente la correlación positiva entre estos factores destaca la
necesidad de intervenciones específicas para apoyar la salud mental de los
estudiantes durante estos periodos críticos; las universidades deben tomar en
cuenta la implementación de programas de apoyo psicológico y emocional para
mitigar los efectos adversos del estrés académico y la ansiedad, promoviendo
así un ambiente de aprendizaje más saludable y sostenible.
CONCLUSIONES
En resumen, los estudiantes de medicina
presentan niveles significativos de estrés académico y ansiedad, tanto en
estado como en rasgo. Estos resultados coinciden con otras investigaciones que
muestran la vulnerabilidad de esta población a las altas demandas académicas y
la presión constante por el rendimiento. Además, los niveles de estrés y
ansiedad son más elevados en los estudiantes de primeros y últimos semestres.
Este hallazgo sugiere que las transiciones académicas, tanto al inicio de la
carrera como en la preparación para la vida profesional, son momentos
particularmente estresantes que requieren atención especial y apoyo
institucional.
Por otro lado, se encontró que los
estudiantes casados reportan niveles más altos de estrés académico en
comparación con los solteros. Esto destaca la importancia de considerar las
responsabilidades adicionales y las cargas externas al ámbito académico que
pueden intensificar el estrés en estos estudiantes.
En cuanto a la relación, entre el estrés
académico y la ansiedad, se evidencia una correlación positiva y significativa
entre el estrés académico y la ansiedad, lo cual sugiere que los factores
estresantes del entorno académico influyen directamente en la salud mental de
los estudiantes. Este hallazgo refuerza la necesidad de intervenciones
específicas para manejar ambos aspectos de manera integral.
CONFLICTO DE INTERESES.
Los autores declaran que no existe conflicto
de intereses para la publicación del presente artículo científico.
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